La dinastía Severa (193-235 d. C.)

Septimio Severo (193-211)

Tras la muerte de Cómodo el 31 de diciembre de 192, el general Publio Helvio Pertinax asumió el poder, tras pagar un contundente soborno a la Guardia Pretoriana. Debido a la política financiera de Pertinax, que implicó rebajar la paga de los pretorianos, se sublevó la Guardia Pretoriana, y terminó asesinándolo. El rico senador Didio Juliano compró, en una subasta pública, el trono imperial.
Tras la llegada de la noticia de la muerte de Pertinax, las legiones del Danubio, el Rin y Germania proclamaron emperador a Septimio Severo. Tras un fugaz y torpe reinado de Juliano, éste fue ejecutado el 1 de junio por orden del Senado. El 9 las tropas de Severo entraban en la capital. Para deshacerse de la influencia de los pretorianos, los invitó a un banquete en que fueron desarmados; los reemplazó por soldados leales a él.
En 194, el gobernador de Siria, Pescenio Níger, se rebela contra Severo, quien terminaría aplastándolo en Issos. En Britania, Clodio Albino amenazó el poder del emperador, al tener a su mando un poderoso ejército; sin embargo, Severo le otorgó un consulado y el título de César, apaciguando los ánimos. Sin embargo, poco después, en 195, Severo se enfrentó a Albino, quien marchó con 40 000 hombres contra Severo, en la Batalla de Lugdunum, en 196, tras la cual vence Severo y se suicida Albino.
Entre 197 y 199, llevó una exitosa campaña contra el imperio parto, tras la cual estableció la provincia de Mesopotamia.
Su gobierno, de marcado carácter militar, tendió a otorgarles favores a los militares, tales como la creación de nuevas legiones, el aumento de su salario y de sus privilegios, lo que redundó en un aumento de su situación social, y la fundación de nuevos colegios militares.
Finalmente, emprendió numerosas obras públicas para aumentar la riqueza de Roma. A su muerte, el 9 de febrero de 211, nombró a sus hijos Caracalla y Geta.

Caracalla (211-217)

Tras la muerte de su padre en 211, el Imperio quedó bajo el gobierno de Publio Septimio Geta, hermano de Caracalla, y éste mismo. Sin embargo, el crudo conflicto entre los hermanos terminó con el suicido de Geta, en 212, tras presiones de Caracalla.
Tras esto, Caracalla se retira de Roma y emprende una serie de campañas militares. En Germania, logró la pacificación de las fronteras. En Alejandría, Grecia, sus soldados saquearon y asesinaron a miles de habitantes, tras una humillación al emperador, lo que acrecentó al odio del pueblo, ya bastante fomentado con la muerte de Geta y las masivas ejecuciones que le siguieron.
En obras públicas, mandaría a construir unas espectaculares termas en Roma que llevan su nombre, y, además, decretó la Constitutio Antoniniana, en el 212, que nombraba ciudadanos romanos a todos los habitantes libres de las provincias.
Durante una campaña contra los partos, el Prefecto del Pretorio, Marco Opelio Macrino, terminaría sublevándose contra él. Con esto, fue asesinado en Partia, tomando Macrino el poder, en 217.

Macrino (217-218)

Continuó la campaña en Partia, tras auto-proclamarse emperador, y, tras la Batalla de Nisibis, que resultó en empate, pagó a los partos 200 millones de sestercios para conseguir la paz, que sacó, en parte, del sueldo de los legionarios.
Debido a que se proclamó sin el consentimiento del Senado, éste decidió nombrar a un adolescente llamado Vario Ávito (el futuro Heliogábalo) como sucesor de Caracalla. Así, Macrino vio su situación comprometida. En junio de 218, se enfrentó a las tropas que apoyaban a Heliogábalo, derrotándolo.

Heliogábalo (218-222)

Tras la derrota de Macrino en la Batalla de Antioquía, el 8 de junio de 218, la Legio III Galica, que proclamó a Heliogábalo, lo instaló en el trono gracias a las diligencias de su abuela, Julia Mesa.
Sin embargo, pasaría poco tiempo antes de que las legiones romanas se arrepintieran de haberlo apoyado; su desenfrenada conducta sexual, unida a su devoción por un dios nuevo, generaron amplio rechazo en la sociedad.
Intentó suplantar a Júpiter por el Deus Sol Invictus. Estas conductas, unidas a acusaciones como que se prostituía en el Palacio Imperial, bastaron para que su propia abuela, Julia Mesa, conspirara contra él, apoyada por el pueblo y el Senado romano. Se dice que llegó a casarse 6 veces con hombres. Fue asesinado cuando contaba 18 años, y reemplazado por su primo, Alejandro Severo.

Alejandro Severo (222-235)

El nuevo emperador, tranquilo y pacífico, terminaría dejando el poder en su madre y abuela, que se dedicaron a reparar los errores cometidos durante la administración de Heliogábalo. Su gobierno fue poco significativo, y, tras una campaña contra los sasánidas, realiza una marcha triunfal en Roma. Durante sus campañas contra los germanos, fue asesinado por sus tropas. Su gobierno marca el último gobierno civil de Roma; con su muerte, se inician 50 años de total anarquía militar en el Imperio y termina la Dinastía Severa.


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